Además de las formas más obvias (predicación, campañas evangelísticas, misiones), usted puede predicar el evangelio:
- Vivir: esta es una de las formas más importantes de predicar el evangelio. Cuando tu vida refleja la salvación de Jesús, la gente comentará y querrá saber más – 1 Pedro 3:1-2
- Ser un buen amigo: mira a las personas como personas, no como metas. Todo el mundo necesita un buen amigo en tiempos difíciles. Un buen amigo muestra el amor de Dios y tiene más oportunidades de hablar de Jesús – 1 Juan 4:18-20
- Hablar: no todas las conversaciones tienen que ser sobre la salvación, pero cuando surja la oportunidad, puedes preguntarles qué piensan y mostrarles tu perspectiva. Una conversación moderada (no un monólogo) es un buen primer paso – 1 Pedro 3:15-16
- Dar su testimonio: la experiencia personal ayuda a mostrar cómo la Biblia sigue siendo relevante. ¿Qué ha hecho Jesús en tu vida? Díselo a la gente – Juan 4:39
- Hacer estudios bíblicos: cuando alguien tiene muchas preguntas, una buena idea es invitarlo a un estudio bíblico. Estudiar la Biblia juntos les ayuda a mostrar el Evangelio con más tiempo y detalle. Por lo tanto, una persona puede tomar una decisión informada – 2 Timoteo 3:15-17
- Ayudar en la iglesia: ¡ir y predicar el evangelio es el trabajo de toda la iglesia! Juntos podemos hacer mucho más que cada uno por separado. Ayudar con las diferentes obras y actividades de su iglesia, no importa cuán pequeñas sean, es muy importante para sostener la misión de la iglesia como un todo – Efesios 4:15-16