No existe una fórmula mágica para evangelizar. Podemos evangelizar de muchas maneras diferentes, pero solo hay un mensaje principal. Es importante seguir la dirección del Espíritu Santo en el evangelismo.
El mensaje del evangelio, que la gente necesita escuchar, es acerca de la muerte y resurrección de Jesús. Todos pecamos, y nuestros pecados nos separan de Dios. Pero Dios nos ama y envió a Jesús para pagar el precio por nosotros (Romanos 3:23-24). Ahora, aquellos que se arrepienten de sus pecados y aceptan a Jesús como su salvador regresan a una relación con Dios. Jesús nunca abandona a los que lo aman y un día todos los salvos van al Cielo.
Todo creyente debe evangelizar. Muchas personas todavía no conocen a Jesús y lo necesitan. Hay muchas maneras de evangelizar, y no podemos ofrecer un estándar para usar en cada situación. Pero hay algunas reglas generales que ayudan:
Orar
Todo depende de la voluntad de Dios. Por eso es importante hablar con Él y pedirle ayuda para hablar de Jesús (Efesios 6:18-19). Es bueno pedirle a Dios que prepare tu corazón y el corazón de tus oyentes. Orar te ayuda a mantenerte preparado. Para prepararse, también es importante estudiar la Biblia y tratar de aprender más acerca de Jesús.
Vivir el Evangelio
El mayor testimonio que puedes dar es la forma en que vives (1 Pedro 3:1-2). Una vida transformada por Jesús no pasa desapercibida. Cuando las personas que te rodean vean tu actitud diferente, te harán preguntas que pueden conducir a conversaciones sobre Jesús.
Amar al prójimo
Amar al prójimo es el segundo mandamiento más grande, después de amar a Dios sobre todas las cosas (Mateo 22:37-39). La gran motivación para evangelizar es el amor. El objetivo del evangelismo no es tener una iglesia grande o recibir reconocimiento. El evangelismo no se trata de números o estadísticas. Cada persona es importante y amada por Dios. Es muy importante tratar a las personas con amor cuando evangelizas. Y el amor se expresa principalmente en la acción (1 Juan 3:18).
Escuchar
Evangelizar no es solo hablar, es también escuchar: El Espíritu Santo: saber cómo guiar la conversación sabiamente.
El siguiente: conocer mejor a la persona, comprender su punto de vista y tratar de ayudar.
Di la verdad
Jesús es la verdad, pero el diablo es el padre de la mentira (Juan 8:44). Por eso es muy importante ser honesto. No tienes que fingir que tienes todas las respuestas (no eres Dios), ni que la vida es perfecta una vez que conoces a Jesús. La verdad tiene mucho más poder de lo que piensas. Solo la verdad te hace libre (Juan 8:32).
¡No te rindas!
No siempre verás resultados. Las decepciones suceden y muchas personas no quieren saberlo. ¡Pero no te rindas! Aprovecha cada oportunidad que Dios te da y ora por las personas. Puede que no veas todos los resultados, pero las semillas que siembras pueden dar tantos frutos que ni siquiera puedes imaginar. – 1 Corintios 3:6-8